Esperanza de Triana
Cristo de las Tres Caídas
Esperanza Macarena
Cristo de la Sentencia
La Semana Santa de Sevilla es la conmemoración de la pasión y muerte de Cristo a través de las procesiones que realizan las cofradías a la Catedral de la ciudad. A lo largo de esos días, 61 cofradías realizan su recorrido por las calles y 11 más lo hacen en los 2 días previos, Viernes de Dolores y Sábado de Pasión.
Además de los aspectos religiosos, la Semana Santa en Sevilla es un fenómeno de carácter sociocultural, turístico y económico de gran importancia en la ciudad, está declarada de Interés Turístico Internacional, constituyendo una de las grandes fiestas de primavera, junto a la Feria de Abril.
La Semana Santa de mi ciudad es algo muy complejo. Cuando llega la Cuaresma, Sevilla empieza a bullir de una manera muy especial. Los últimos días del invierno presagian el fin del recogimiento obligado por el frío. No es un tópico. El sevillano disfruta de la vida en la calle y el buen tiempo permite la coincidencia casual de amigos en las terrazas. Para muchos, la Semana Santa tiene una parte de reencuentro. La Semana Santa tiene un componente de refuerzo de los lazos y valores tradicionales que definen Sevilla. Las Hermandades siguen cumpliendo la vieja función de cohesionar a los vecinos de un barrio, vivan aún en sus calles o no.
Nuestra Semana Santa es el reflejo de una fe sincera que llena las filas de todos los cortejos y de no pocos de los que disfrutan de las procesiones. Cuando una mujer o un hombre rezan al Gran Poder, creen que están comunicándose con Dios y no tienen la menor duda.
Pocos pueden poner en duda el valor artístico de la amplia mayoría de las imágenes que son sacadas por las calles de Sevilla. Sólo por eso ya merecería la pena disfrutar de esta Semana Grande, pero no es el único aliciente. Sevilla en estos días es un compendio de marchas procesionales fastuosas y músicas de capilla; olores a incienso y azahar, a adobos y <<soldaditos de Pavía>>; calles tranquilas y <<bullas>>; saeteros voluntariosos y saetas intensas; aplausos a destiempo y silencios respetuosos; paraditas a tomar una cerveza y bocadillos a la carrera; explicaciones a los forasteros, comentarios con los amigos de toda la vida…
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