La fundación
de Roma
Cuenta la leyenda que Roma la fundaron en 753 a. C. los hijos gemelos de Marte, Rómulo y Remo. Abandonados al nacer, fueron amamantados por una loba antes de decidir fundar su propia ciudad. Rómulo asesinó a su hermano tras una disputa por el emplazamiento de esta y con ello se convirtió en soberano de lo que en la fecha era una tribu feroz y temida. Al final de su vida, se dice que Rómulo fue llevado por Marte a los cielos en un nubarrón para ser deificado como Quirino.
En realidad, Roma llevaba habitada por
humanos miles de años. Los primeros romanos eran un pueblo muy
disciplinado y organizado que formó alianzas con tribus latinas
vecinas para sobreponerse a los etruscos gobernantes y hacia 265 a.
C. ya había subyugado toda Italia. Los monarcas se escogían entre
los nobles, muchos de ellos etruscos, y empezaron a desarrollar
sistemas militares y cívicos. La monarquía iniciada por Rómulo acabó
en 509 a. C. cuando el tirano Tarquinio el Soberbio fue derrocado y
se fundó una nueva república romana.
Esta joven república comenzará una
gran aventura de conquista, en primer lugar, de Italia, y después
del Mediterráneo, de Oriente y de Europa, para convertirla, algunos
siglos más tarde, en dueña de gran parte del mundo antiguo. La
expansión romana fue progresiva y a veces duradera, consiguiendo
dejar una huella indeleble en la civilización occidental.
La conquista
de Italia
Roma necesitó más de 150 años para imponer su preponderancia a sus vecinos. En el 309 batió a los etruscos en Vadimon, y, en el 295, aplastó a una coalición de samnitas, umbríos y galos en Sentinum, con lo que dominó toda la Italia central, exigiendo la sumisión de las ciudades griegas del sur de la península. Sólo Tarento, que ostentaba el monopolio del comercio en el Adriático, resistirá, aunque capitularía en el 272, después de rudos combates. La necesidad de encontrar recursos suplementarios para una población creciente juega en favor del avance de la expansión.
La
implantación en el Mediterráneo
Cartago, que controlaba el Mediterráneo, era una ciudad demasiado poderosa. Roma pretextó hostilidades en Sicilia y entró en lucha con ella, con lo que comenzaron las guerras púnicas. Cuarenta años de combate le permitieron implantarse en Sicilia, en España, en Cerdeña, en Córcega y en África del Norte, antiguas posesiones cartaginesas. Roma se volverá entonces hacia el Oriente griego, donde los combates con Filipo y su hijo Perseo desembocarían en la anexión de la Macedonia hacia el año 168. Y a pesar de una cruenta derrota de los romanos ante los partos, la expansión hacia Oriente prosiguió, y con ella el enriquecimiento de los senadores y de los caballeros, así como el reforzamiento del ejército y una innegable prosperidad comercial. Pero en la propia Italia, la dominación de Roma no tiene lugar sin tropiezos.
Algunas ciudades se levantan, en
efecto, descontentas de su suerte. En esta atmósfera enrarecida que
precede al Imperio se impondrán algunos generales ambiciosos, como
Mario, que se distingue en Numidia contra Yugurta, y que bate a los
cimbrios y a los teutones. O Sila, quien, con el apoyo de sus
soldados, desobedece a los senadores y se hace nombrar dictador. Y
por último, Pompeyo, quien, en el año 64, vence a Mitrídates,
rey del Ponto, conquista Siria y se apodera de Jerusalén,
permitiendo a Roma controlar todas las rutas de Asia y preparando,
así, la supremacía imperial.
El dominio en
Europa
Roma acabaría por someter a Europa, extendiendo a ella la civilización y la lengua latinas. César comienza dicha empresa anexionándose la Galia, después de la caída de Alesia, en el 52. Los emperadores la completarán. Bajo el remado de Augusto, en efecto, el ejército romano pacifica España, invade Galitzia y alcanza el Danubio y el Elba. Pero el fracaso de Varo en Teutoburgo, en el año 17, detiene el avance de los romanos en Germania. Durante todo el Imperio, Roma hará la guerra tanto por razones económicas como para protegerse del mundo bárbaro.
¿Quién
gobernaba Roma?
A la caída de los últimos reyes se organiza la república. El pueblo queda representado por asambleas: los comicios, de los que todos los ciudadanos pueden formar parte, aunque, en realidad, sólo los ricos dan su opinión. Los comicios eligen para un corto mandato a los magistrados, los más importantes de los cuales son los cónsules. El Senado, por último, representa el verdadero poder de la República. Lo integran 300 miembros reclutados entre los antiguos magistrados. Controla el ejército y dirige también la política exterior de Roma. Las siglas SPQR (Senatus populusque romanus: el Senado y el pueblo de Roma) rubrican las declaraciones oficiales, pero es el Senado, de hecho, el que domina.
Razones de
las conquistas
Lo que se acostumbra llamar «el imperialismo romano» no parece que tuviera por únicas causas la carencia de tierra o los conflictos sociales. Por otro lado, Roma tampoco buscaba imponer sus costumbres religiosas o políticas a los demás pueblos. De hecho, la ambición de los generales y la avidez de los hombres de negocios jugaron un papel en la política de expansión. Pero el motivo de las conquistas fue, sobre todo, un temor muy extendido en toda la Antigüedad: la seguridad de un Estado estaba en peligro cuando tenía próximo otro Estado fuerte. Y el orgullo del pueblo romano, muy confiado en su destino, hizo el resto.
¿Cómo estaba
organizado el ejército?
Aristocrático en tiempo de los reyes, el ejército fue reformado en los s.V y IV a.C., con la entrada en él de los plebeyos. Los ciudadanos, que debían equiparse a sus expensas, quedaban divididos en 5 clases: los más ricos servían en la caballería; los menos ricos, en la infantería ligera. Todos los ciudadanos comprendidos entre los 17 y los 46 años eran movilizables hasta que hubieran completado, por lo menos, 10 campañas en la caballería, o 20 en la infantería. En realidad, los cónsules seleccionaban al azar a los hombres de que tenían necesidad en el curso de cada una de las campañas.
Fuente Consultada: Gran Atlas de la Historia Universal
PD: Esta entrada va dedicada a los alumnos de 1º ESO, para que sepan un poco mejor la historia de Roma.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Déjate algunas palabras aquí escritas para darlas a mostrar a otros y que todos aprendamos gracias a ellas